A estas alturas de la historia,
todos estamos familiarizados ya con conceptos como cambio climático, efecto
invernadero, combustibles fósiles, calentamiento global, etc.
Supongo que os estaréis imaginando
la temática de este post…¿Energías renovables?, ¿desarrollo sostenible?...pues
sí, pero no…
Hoy os voy a hablar sobre un
prototipo, o una idea innovadora, para reducir el deshielo polar.
¿DESHIELO POLAR?
Todos somos conscientes de que el
hielo en el ártico está desapareciendo, pero ¿sabemos realmente a qué ritmo lo
hace?
Según informes de la Organización
Meteorológica Mundial (OMM), la década 2001-2010 ha sido el período más cálido
registrado desde 1850. Hemos experimentado fenómenos climáticos extremos
durante este período (inundaciones en Pakistán, huracán Katrina; Tsunami del
sudeste asiático; sequías en cuencas del Amazonas, Australia y este de África,
etc); los océanos se están calentando, por lo que el nivel del mar aumenta a un
ritmo vertiginoso (100 millones de personas que viven a menos de un metro de
altura del nivel del mar perderán sus casas y formas de vida), y podría seguir
enumerando consecuencias del calentamiento global.
¿Y qué estamos haciendo para
detener este desastre?, parece que no mucho ¿qué opináis?
¿CÓMO MINIMIZARLO?
Pues bien, al arquitecto
estadounidense Derek Pirozzi se le ha ocurrido una idea para ayudar a frenar
este fenómeno.
En 2006, el magazine de
arquitectura eVolo creó el concurso “Skyscraper Competition”, con el objetivo de premiar aquellas ideas
más innovadoras en el uso de las nuevas tecnologías, materiales, etc,
relacionadas con la arquitectura vertical y su relación con el entorno y el
medio ambiente.
Pues bien, el primer premio de la
edición de 2013 se lo ha llevado Derek Pirozzi, por su proyecto “Polar
Umbrella”.
Este proyecto constituye una
propuesta de rascacielos flotante, que regeneraría las capas de hielo Ártico.
Se trata de una estructura flotante equipada con una pantalla flexible de 400 m
de diámetro con forma de paraguas. Este sistema, alimentado por energía solar, recolectaría
agua de mar y la enfriaría para así formar hielo.
La superestructura estaría dotada
de una planta de desalinización y de una instalación de energía osmótica con la
cual se conseguiría generar electricidad aprovechando el gradiente de salinidad
entre el agua del mar y el agua dulce, gracias al fenómeno de la ósmosis del
agua.
Adicionalmente, esta estructura
estaría equipada con laboratorios de
investigación, estaciones de energía renovables, viviendas y atracciones
eco-turísticas.
¿ES VIABLE EL PROYECTO?
Respecto a la viabilidad del
proyecto, dejémoslo, de momento en “muy poco viable”, ya que su coste sería muy
elevado.
Hablamos, por supuesto, de “muy
poco viable”, teniendo en cuenta:
- Las instalaciones necesarias para realizar
pruebas con algún prototipo y así poder determinar si es o no viable la idea.
- El coste de fabricación y puesta en marcha de las
superestructuras en caso de que los prototipos demostrasen la viabilidad del
proyecto.
- Las generaciones que tienen que pasar para que
realmente la sociedad (o sea, todos nosotros), esté concienciada con un
problema que ella misma ha acelerado y ante el cual parece estar totalmente
ciega.
"Dado que, probablemente, sea éste el único mundo habitable
que podamos conocer, unámonos para hacer que sea el mejor posible"
(Edward O. Wilson)